Selenita

Lynda Rojas

Selenita: El cristal de la luz eterna

Recuerdo con claridad aquel momento en la Geoda de Pulpí, en Almería. Era como entrar en un sueño hecho de cristal, un espacio donde el tiempo se disolvía entre reflejos translúcidos y una pureza sobrecogedora. La selenita rodeaba cada rincón, creando un santuario natural de energía etérea. En esos breves minutos que nos permitieron estar allí, sentí la necesidad de guardar en mi memoria cada detalle, cada destello, cada vibración silenciosa de aquellas majestuosas formaciones cristalinas. Hoy, al escribir sobre la selenita, me transporto nuevamente a ese instante de asombro y conexión.


YACIMIENTOS

Las cantidades más abundantes de esta piedra se encuentran en Macedonia y Alemania. Sin embargo, también es frecuente en México, específicamente en un pueblo de Chihuahua conocido como Naica.

MORFOLOGÍA

Sistema Cristalino: Monoclínico

Hábito Cristalino: De prismático a tabular

PROPIEDADES QUÍMICAS

Grupo:Sulfatos

Fórmula Química: CaSO4·2H2O

Solubilidad: Agua y Ácido Clorhídrico

PROPIEDADES FÍSICAS

Dureza: 2

Fractura: Astillosa

Exfoliación: Perfecta

Raya:  Blanca

Tenacidad: blando a frágil

Peso Específico: 2,3

PROPIEDADES ÓPTICAS

Color: Incoloro, blanco, pardo claro, amarillo, rosa

Brillo: De subvítreo nacarado

Transparencia:  De transparente a translúcido

Luminisencia: Nula


La selenita es una variedad de yeso cristalizado, compuesta por sulfato de calcio hidratado (CaSO4·2H2O). Su estructura cristalina es única: capas paralelas de delicadas fibras translúcidas que reflejan la luz de una manera casi mística. Se forma en ambientes evaporíticos, donde el agua rica en sulfatos se evapora lentamente, permitiendo que estos cristales crezcan en formas espectaculares, como las que encontramos en la Geoda de Pulpí o en la famosa Cueva de los Cristales en Naica, México.

Su nombre proviene de la palabra griega selene, que significa “luna”, un homenaje a su resplandor blanquecino y su asociación con la energía lunar. La selenita es frágil, suave y susceptible al agua, pues puede disolverse con facilidad. Sin embargo, su presencia es un recordatorio de la delicadeza y la fuerza de la luz en su estado más puro..

Orígenes e Historia

Desde la antigüedad, la selenita ha sido considerada una piedra sagrada. Los egipcios la usaban en sus templos y sarcófagos, creyendo que facilitaba el tránsito de las almas hacia el más allá. En Grecia y Roma, se asociaba con la diosa Selene y se utilizaba para atraer sueños proféticos. En la Edad Media, era considerada un talismán contra la oscuridad y la negatividad.

Las culturas chamánicas han trabajado con la selenita como un puente entre el mundo material y los planos espirituales. Se dice que los antiguos sabios de Lemuria y la Atlántida utilizaban selenita para almacenar y transmitir conocimiento. Hoy en día, sigue siendo un mineral clave en la meditación y el crecimiento espiritual.

Aplicaciones Industriales

Aunque la selenita se conoce sobre todo por sus propiedades energéticas, también tiene aplicaciones en la industria.

Se usa en la fabricación de yeso y cemento, y en la producción de moldes en la cerámica y la odontología.

Su capacidad para reflejar la luz la hace útil en óptica y en la creación de pantallas y filtros de precisión. Sin embargo, su uso más fascinante sigue siendo en el ámbito terapéutico y de decoración.

Aplicaciones Terapéuticas

La selenita es una herramienta poderosa para calmar la mente y disipar la confusión. Katrina Raphaell describe cómo su energía suave pero penetrante puede ayudar a liberar los nudos mentales que nos atan al estrés y la ansiedad. Al colocarla sobre el chakra corona, en la parte superior de la cabeza, la selenita actúa como un canal para la conexión espiritual, elevando la conciencia y permitiendo que la sabiduría superior fluya hacia nosotros. No es casualidad que muchos meditadores y sanadores utilicen la selenita como una brújula interna, guiándolos hacia estados de paz profunda y claridad mental.

Pero la selenita no se limita a lo espiritual; también tiene un papel crucial en la limpieza energética. Con capacidad para purificar el aura y el entorno, actuando como un escudo contra las energías densas y negativas. Colocar una pieza de selenita en una habitación puede transformar el espacio en un santuario de armonía, mientras que su uso para limpiar otros cristales la convierte en una aliada indispensable para cualquier practicante de sanación energética. Es como si la selenita tuviera la capacidad de «resetear» las energías, devolviéndolas a un estado de pureza original.

En el plano emocional, la selenita actúa como un bálsamo para el alma. Su energía calmante ayuda a liberar bloqueos emocionales, especialmente aquellos arraigados en el subconsciente. Raphaell sugiere que la selenita puede ser utilizada para acceder a registros akáshicos, esas memorias cósmicas que guardan las experiencias de vidas pasadas y lecciones kármicas. Al sintonizarse con la selenita, es posible recibir mensajes ocultos o incluso establecer una comunicación telepática con otros seres en sintonía.

Minería de Selenita

Marruecos es uno de los principales participantes del mercado global. La extracción de selenita en Marruecos generalmente se realiza mediante minería a cielo abierto. Los mineros localizan los depósitos de selenita en las capas superficiales del suelo y utilizan herramientas manuales o maquinaria ligera para extraer los cristales. Debido a la fragilidad de la selenita, se requiere un manejo cuidadoso para evitar dañar los cristales.

Entre las principales áreas de extracción se encuentran:

  1. Región de Sidi Ifni: Esta área es conocida por sus depósitos de selenita, que a menudo se extraen para su uso en la fabricación de yeso y otros productos industriales.
  2. Desierto del Sahara: En las zonas desérticas del sur de Marruecos, la selenita se encuentra en forma de grandes cristales translúcidos, que son muy apreciados por coleccionistas y para usos decorativos.

Preguntas Frecuentes

¿Qué cuidados necesita una selenita?
La selenita es un cristal delicado, por lo que requiere un cuidado especial:

Almacénala en un lugar seguro, lejos de golpes o caídas, ya que es frágil y puede romperse fácilmente y evita el contacto con agua o líquidos.

¿La selenita se puede usar en el agua?

No, la selenita es un mineral soluble en agua, lo que significa que puede dañarse o disolverse si se sumerge. Para limpiarla, basta con pasar un paño suave o exponerla a la luz de la luna. Evita el contacto prolongado con agua o líquidos.

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acerca de mi

Después de dos décadas de experiencia profesional persiguiendo y acumulando los logros de una vida ordinaria, de una forma extraordinaria el reino mineral vino a mi encuentro en el año 2015 y lo que comenzó como un hobbie, poco a poco se fue transformando en un estilo de vida a través del cuál he podido compartir con otros mi pasión por viajar, investigar, aprender, emprender y crear.

Fundadora de Cristal Celeste (2015) y Parenthesis Consultores (2013).

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